sábado, 28 de mayo de 2022

Gluttonery Mayo 2022

El mundo gitano de mi obra.

Por: Lucy Galvis.

 

 

Vivo en un mundo de ideas fragmentadas, preguntándome por ¿qué es la realidad? y sobre ¿cómo representarla? La astrología me sugiere que la interprete, la interpretaré para ustedes como quien lee mapas y naipes, aunque resultan algo estáticos e insuficientes para describir lo gitano, esta raza que recién descubro en mí, el mundo de las aproximaciones, pero también de los pesos y las medidas, el ojo de buen cubero. Y es que la vida gitana ni siquiera transcurre entre imágenes, sino entre vivencias, movilidad e incertidumbre, relatos de juglares que deconstruyen, adaptan, negocian el territorio y el mundo. La ropa de los gitanos, incluso, no parece ser fabricada de estampados propios sino de telas conseguidas en el mercado provenientes de otras culturas y adaptadas al pasar de los minutos. Adaptación, cambio y movimiento, interpretación más que representación, recreación más que innovación, el formato de diario de campo en la web resulta más ventajoso, es sentido de oportunidad, la internet debió ser inventada pensando en el nomadismo.  

 

Continuando, en los 60’s y 70’s el hipismo toma la moda gitana, y se augura para el mundo una nueva época, la era de Acuario, en la que el hombre vivirá con libertad, esa libertad gitana de la trashumancia, y en un continuo presente, el presente del homo ludens, el hecho mismo de viajar y descubrir. Jugar con arena y un palito, dice el saber popular, el maravillarse con lo sencillo.  Viajar liviano. Es Allan Watts quien desde la filosofía oriental trae la meditación a occidente, y es quien mejor explica ese presente que no es el eterno presente de lo mismo, sino más bien una conciencia del ahora, el paso del tiempo en el niño que juega. El gitano no construye imágenes sobre lienzos, su vida viajera no cuenta con un modo de preservar y trastear las obras, lo suyo está más ligado al ready-made, y a todo tipo de arte transitorio que no pervive más que en nuestra memoria, y en fotografías, claramente es el gitano quien trae la fotografía y el cine a América. Es por lo que decido ubicar mi trabajo en la web, un mecanismo de preservación que no implica el montaje de la obra en lugar alguno. Un territorio de todos en donde se comparten las experiencias. La experiencia misma de jugar con un grafito o con muy pocos elementos que permiten la ideación y el concepto.

 

La estructura de mi taller es más bien un mapa mental que me permite construir mis proyectos en un entorno eventual, mutable. Un espacio que se va adaptando a las necesidades del día a día, si bien antes era grande, ahora hay carencias de todo, tuve que acomodarme en una habitación mediana sin campo para proyectos ambiciosos, con la intimidad suficiente para el pequeño formato. Ni siquiera espero el día de volverlo a ampliar, este proceso se dará en sí mismo cuando la economía familiar mejore, o cuando en otras circunstancias encuentre un juguete mejor con qué producir alguna cosa.


Dada la circunstancia y la incertidumbre, mi taller es más bien, un plan de trabajo a corto plazo, una concepción en espiral de este, una obra que tiene preproducción, producción y postproducción. Planeo mis materiales para series de unas 50 obras cada vez, preparo un tema a discutir, reviso mis fuentes, y hago largas jornadas de visualizaciones. Ideo, proyecto, diseño, y boceteo. Para cuando llega el momento de producir, todo está listo en el taller, tengo lo mínimo necesario que no es otra cosa que los materiales menos costosos en el mercado, y un plan de producción casi en serie de la obra. Rescato los procesos, el proceso forma parte de la obra, el modo de producción, tanto como el resultado final. Y voy trabajando frente al público, voy desarrollando cada parte del proyecto ante los espectadores que no son más que mis pocos lectores en el Facebook. Es un proceso en espiral porque cuando termino y luego retomo, la experiencia acumulada hace que no empiece de nuevo en ceros, sino justo donde concluí la experiencia anterior. Es el taller de la experiencia, del evento, del paso del tiempo, es una puesta en escena, también el contenedor de mi vida cotidiana, de mi vida gitana. Así, en la web como extensión de mi propuesta, transcurre el tiempo, y hay una demarcación del trayecto, del recorrido cotidiano de las ideas, y de las acciones.

 

En este contexto surgió Hay Un Lugar, que no es más que todo un manejo de mi presencia en la web, un mecanismo de comunicación, una estrategia para entrar en contacto con los otros. Hay Un Lugar pretendió ser revista, y método de aprendizaje del emprendimiento naranja, y como repositorio de documentos de cuando participé en la Mesa de Conversaciones en La Habana. Un poco también prensa-escuela. Asimismo, empieza allí la idea de exponer mis pinturas y dibujos, tanto como mis fotografías y textos, planteamiento que se extiende al Blogger, a Instagram, a Twitter, a Facebook, a SoundCloud, a Pinterest, y a las más variadas plataformas. Hay Un Lugar proviene del Había una vez de los cuentos infantiles, y tiene que ver con hacerse a un espacio, aún a la brava, en la calle. Ganarse su lugar a brazo partido. Actualmente pienso también en conceptos como: Hábitat. Arquitectura. Diseño. Calidad de vida. Felicidad.

 

El lugar tiene que ver, igualmente, con el estado de la mente, la idea del arte como sanación (Psicología Gestalt – Psicoanálisis – Jung – Freud). Y sobre el buen vivir y la convivencia humana, las relaciones entre los géneros, la familia, los hijos (Un tranvía llamado deseo – Tennessee Williams). Son lecturas y también referentes para una obra que no concluye con la elaboración del objeto, sino que trasciende a mi modo de vida en general, y a la apropiación que hago del entorno en Bogotá, ciudad en donde resido (Dubliners -James Joyce). En mi investigación está el tema de la Autonomía, tanto como sobre los proyectos STEM + ARTES de los colegios, algo que se supone uno debe hacer con los hijos pero que lo comienza desarrollando en uno mismo, todo esto de utilizar materiales reciclados o de segundo uso en la obra. Y por tanto forma parte del modo como me aproximo a la creación de la obra que de algún modo recuerda al cine de La nouvelle vague, al neorrealismo italiano o al mismo dogma 95 (Dogville), con tanto interés y avaricia como sobre el estudio que hago sobre los temas de la terapia, las actividades curativas y restablecedoras del equilibrio, el cómo combatir el estrés, el autocuidado, el rejuvenecimiento, y la vitalidad. Termino oficiando de una especie de “Mía Mamma” en la web, que da recomendaciones sobre todo tipo de temas, con una gran variedad de proyectos en diferentes formatos.



P O R T A F O L I O . 

https://lucygalvisobritas.blogspot.com/

La página de los referentes.

http://escueladagobierno.blogspot.com/2022/05/la-pagina-de-los-referentes.html



Watts, Allan, 1940-1973. https://alanwatts.org/

Jung, Carl. El libro rojo, 1914-1930. https://marcosvelez.com/wp-content/uploads/2019/01/El-libro-Rojo-Jung.pdf

(Es un libro con dibujos del mismo Carl Jung.)

Williams, Tennessee. Un tranvía llamado deseo, 1951. 

Joyce, James. Dublineses, 1914.



Lucy Tatiana Galvis Peñuela.

Artista Plástica, Realizadora, y Gestora Cultural.

Celular:3204697966

E-mail: lucyzafary@gmail.com

Bogotá.




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